lunes, 19 de mayo de 2014

EL PERRO

El perro fue probablemente el primer animal en ser domesticado. Y ha acompañado al ser humano durante unos 10.000 años. Algunos científicos afirman que todos los perros, tanto domésticos como salvajes, tienen un antepasado común en el pequeño lobo del sudeste asiático.
Hoy en día, los hombres han cruzado cientos de razas de perros domésticos, algunas de las cuales jamás podrían sobrevivir en libertad. Pese a la gran diversidad de razas, formas y tamaños, todos los perros domésticos, ya sean terranovas o caniches, son miembros de la misma especie:Canis familiaris. Aunque su forma de vida sea doméstica, están emparentados con los lobos, los zorros y los chacales.
EL GATO

Los gatos domésticos, sea cual sea su raza, son todos miembros de una misma especie, Felis catus, que mantiene una relación con los humanos desde hace mucho tiempo. Los antiguos egipcios habrían sido los primeros en domesticar gatos, hace ya 4.000 años. Probablemente, los gatos salvajes se vieron atraídos a las comunidades humanas por la abundancia de roedores que había en ellas, y su habilidad para cazarlos les hizo ganarse la simpatía de sus habitantes. Los primeros egipcios adoraban a una diosa con figura de gato e incluso momificaban a sus mascotas preferidas para que les acompañaran en su viaje al otro mundo...¡acompañados de ratones también momificados! Posteriormente, civilizaciones de todo el mundo adoptaron a los gatos como animales de compañía.
EL CONEJO:



Es un animal vertebrado, mamífero, unguiculado, roedor, de la familia de los leporinos. El silvestre es de 40 a 50 centímetros de longitud, cuerpo alargado y musculoso de poco peso; la cabeza es pequeña, de frente amplia y coronado con dos orejas largas, erguidas y movibles; las extremidades posteriores son mas largas que las anteriores, lo que determina su peculiar manera de trasladarse, pues el conejo siempre camina a saltos, sin que esto impida que su movimiento sea muy veloz cuando huye; al percatarse de que algún peligró lo amenaza, golpea nerviosamente el suelo con las patas traseras, este sonido previene a otros conejos para que se pongan a cubierto de sus madrigueras.